Con el método Pilates se logran resultados sin necesidad de practicarlo todos los días, y con un par de horas a la semana ya se notan las mejoras. Entre los ejercicios más habituales está la respiración profunda, que ayuda a reducir el estrés y a trabajar los músculos centrales. También se practica la respiración diafragmática y la respiración lateral.
Los ejercicios simples ayudan a fortalecer los músculos abdominales y favorecen una buena postura de la espalda, lo que se traduce en una mayor estabilidad y libertad de movimiento todos los días. Además, ser capaz de mantener una postura adecuada está relacionado con el nivel de seguridad y autoconfianza de una persona y, por tanto, con su autoestima.
Por último, y como requisito previo, se recomienda realizar estiramientos con una buena alineación corporal, que ayuda a las mujeres a recuperar la amplitud completa de movimiento a través del pecho y el brazo.
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