Uno de los puntos clave que permite asegurar que practicar Pilates aumenta el sistema inmune es la RESPIRACIÓN.
Una buena respiración aporta una mejor y mayor entrada de oxígeno a nuestro cuerpo lo cual ayuda a matar toxinas, es decir, nos ayuda a “limpiarnos por dentro”. Esta respiración la puedes realizar tanto de pie, sentado o tumbado. Es una respiración muy profunda y completa, se utilizan los músculos abdominales y busca oxigenar cada rincón de tu organismo. Así, comenzamos:
- Inhalaremos por la nariz y exhalaremos por la boca
Coloca las manos una a cada lado de tu abdomen, justo debajo de las costillas, inhala sin inflar el abdomen, intenta ensanchar lo máximo que puedas la zona del diafragma, como si quisieras “sonreir” con tu zona abdominal, es decir, buscando separar las costillas. No subas los hombros ni impliques al tórax en la inhalación.
- Al exhalar lentamente, notaras que las costillas separadas antes por la inhalación, se empiezan a acercar, al mismo tiempo que exhalas vas metiendo ligeramente el ombligo hacia dentro, como si quisieras cerrar la cremallera del pantalón.
Vuelve a repetir, inhala lentamente separando las costillas y exhala lentamente juntando las costillas, recuerda no inflar el abdomen, ese es el desafío de esta respiración.
Consejo: Para aumentar la capacidad pulmonar, puedes quedarte en apnea (contener la respiración) una vez que hayas inhalado, cuentas internamente hasta 5 y luego exhalas lenta y profundamente, puedes ir midiendo tus logros subiendo la apnea, a 6 tiempos, 7 tiempos, con esto conseguiremos exhalaciones más intensas, una renovación muy fuerte de oxígeno en tu organismo y una sensación de bienestar inmediata a nivel muscular.
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